miércoles, 7 de febrero de 2018

VIOLENCIA DE GÉNERO : MUJERES MALTRATADAS

La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona  sobre la base de su género pero actualmente al hablar de violencia de género nos referimos a la violencia de los hombres hacia las mujeres y en particular a la violencia que sufre la mujer por parte de su pareja. Las mujeres también pueden ser violentas pero, en la mayor parte de los casos, la mujer recurre a la violencia como legítima defensa.

Aunque la que se denuncia es la agresión física, es la violencia psicológica la que tiene mayor importancia ya que la violencia física no se produce sin que antes haya habido violencia psicológica. Es normal que en momentos de ira insultemos, digamos palabras hirientes, pero pasado ese momento uno se arrepiente, se disculpa. Eso no es violencia psicológica. La violencia psicológica es una forma de relacionarse, los insultos, las palabras hirientes no se dan en momentos puntuales sino que son lo habitual. Cuando se vive en pareja se tiene un conocimiento íntimo del otro, se conocen sus defectos y por lo tanto, se puede golpear con precisión ahí donde se hace daño.

La mayor parte de los homicidios de mujeres se producen durante la fase de separación. El hombre se niega a que su pareja se separe porque la considera como su posesión. Generalmente antes de este momento ha habido un proceso de aislamiento de la mujer: no puede una tener amigos, no puede relacionarse con la familia, incluso no puede trabajar. La mujer deja de tener vida social.La violencia psicológica se  hace efectiva con amenazas: se amenaza con llevarse a los niños, quitar el dinero, pegar, suicidarse, con hacer daño a los allegados..., si la mujer no actúa como se quiere.  

Cuando las agresiones físicas son aisladas, no son frecuentes,  las mujeres rara vez se sienten víctimas. Siempre hay una explicación: preocupaciones en el trabajo, cansancio. La persona maltratada se queda con el maltratador y retira la denuncia, incluso llega a defender a este último.

Ha habido muchos  cambios durante el siglo XX y lo que llevamos de éste en la relación entre hombres y mujeres pero todavía existen estereotipos que no han cambiado. Se considera que los hombres han de ser fuertes, valientes, poco sensibles y que deben controlar sus emociones. Las mujeres dulces, amables, comprensivas.  La responsabilidad de que la pareja vaya bien recae en la mujer que debe ser seductora, atractiva. Las revistas femeninas, generalmente dirigidas a chicas jóvenes, dan múltiples consejos para seducir y satisfacer sexualmente a la pareja. Paradójicamente son  las mujeres, las madres, quienes contribuyen a que estos estereotipos se sigan manteniendo aún.

Se podría pensar que la violencia de género afecta a quienes tienen un bajo nivel cultural, económico, o una baja posición social pero no es así.  La violencia de género puede afectar a mujeres de cualquier nivel cultural, económico y de cualquier posición social.

Generalmente las mujeres que son víctimas de maltrato suelen ser demasiado tolerantes y no saben establecer límites ante el mal trato de su compañero, esperan que cambie, excusan su comportamiento. Mujeres que carecen de autoestima. Otras consideran que los celos son prueba de amor.
Pero lo que es común a toda mujer que sufre maltrato es la falta de autoestima. 

El niño que presencia habitualmente escenas de violencia entre los padres considerará que la violencia es la manera normal de resolver un conflicto. Tendrá dificultad para percibir los límites entre lo tolerable y lo intolerable. Si la madre tolera, sufre los malos tratos, se somete, pensará que existen formas de violencia que se deben aceptar. Además el niño siempre se siente responsable de la violencia entre los padres y esto afecta a su autoestima. Si él fuera digno de amor sus padres le amarían y no discutirían porque eso a él le hace mucho daño.
El niño que durante su infancia se siente amparado, querido, protegido y escuchado por su madre, por su padre, no consentirá ser maltratado por nadie. El niño que está convencido de ser digno de amor, de ser protegido, sabrá encontrar amparo incluso en personas desconocidas y será capaz de defenderse por sí mismo. Será capaz de advertir y evitar el peligro. El niño que se ha sentido amado por sus padres se amará, se cuidará, se protegerá.¿Cómo puede sentirse el niño cuándo aquellos que deben protegerle, amarle, cuidarle no se respetan, se agreden física y psíquicamente sin tener en cuenta el dolor, el miedo que le causan? ¿Cómo va el niño controlar sus impulsos agresivos si sus padres no lo hacen?

Hasta no hace muchos años la mujer debía ocuparse de forma exclusiva de su familia, pasaba de estar sometida a la autoridad paterna a la del marido. Se toleraba socialmente que el hombre utilizase la violencia para hacer valer su autoridad. Actualmente existe menor tolerancia hacia la violencia pero demasiadas mujeres todavía la soportan en sus relaciones de pareja. La violencia contra las mujeres es un instrumento para afianzar el dominio del hombre sobre la mujer.

Desde el punto de vista social es necesario que las mujeres que padecen maltrato cuenten con los medios necesarios para denunciar, protegerse y proteger a sus hijos. Es necesario modificar los valores sociales para construir una sociedad más igualitaria y respetuosa. Una sociedad en la que se valore por igual el ser mujer que el ser hombre. Pero al mismo tiempo todos tenemos un trabajo importante que hacer: conseguir una buena autoestima porque no hay ninguna forma de proteger a aquél que por no amarse a sí mismo lo suficiente no se protege, se somete al mal-trato, y muchas veces lo busca de forma inconsciente. 

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