La violencia de género es un tipo
de violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona sobre la base de su género pero actualmente al
hablar de violencia de género nos referimos a la violencia de los hombres hacia
las mujeres y en particular a la violencia que sufre la mujer por parte de su
pareja. Las mujeres también pueden ser violentas pero, en la mayor parte de los
casos, la mujer recurre a la violencia como legítima defensa.
Aunque la que se denuncia es la
agresión física, es la violencia psicológica la que tiene mayor importancia ya
que la violencia física no se produce sin que antes haya habido violencia
psicológica. Es normal que en momentos de ira insultemos, digamos palabras
hirientes, pero pasado ese momento uno se arrepiente, se disculpa. Eso no es
violencia psicológica. La violencia psicológica es una forma de relacionarse,
los insultos, las palabras hirientes no se dan en momentos puntuales sino que
son lo habitual. Cuando se vive en pareja se tiene un conocimiento íntimo del
otro, se conocen sus defectos y por lo tanto, se puede golpear con precisión
ahí donde se hace daño.
La mayor parte de los homicidios
de mujeres se producen durante la fase de separación. El hombre se niega a que
su pareja se separe porque la considera como su posesión. Generalmente antes de
este momento ha habido un proceso de aislamiento de la mujer: no puede una tener
amigos, no puede relacionarse con la familia, incluso no puede trabajar. La
mujer deja de tener vida social.La violencia psicológica se hace efectiva con amenazas: se amenaza con
llevarse a los niños, quitar el dinero, pegar, suicidarse, con hacer daño a los
allegados..., si la mujer no actúa como se quiere.
Cuando las agresiones físicas son
aisladas, no son frecuentes, las mujeres
rara vez se sienten víctimas. Siempre hay una explicación: preocupaciones en el
trabajo, cansancio. La persona maltratada se queda con el maltratador y retira
la denuncia, incluso llega a defender a este último.
Ha habido muchos cambios durante el siglo XX y lo que llevamos
de éste en la relación entre hombres y mujeres pero todavía existen
estereotipos que no han cambiado. Se considera que los hombres han de ser
fuertes, valientes, poco sensibles y que deben controlar sus emociones. Las
mujeres dulces, amables, comprensivas. La responsabilidad de que la pareja vaya bien
recae en la mujer que debe ser seductora, atractiva. Las revistas femeninas,
generalmente dirigidas a chicas jóvenes, dan múltiples consejos para seducir y
satisfacer sexualmente a la pareja. Paradójicamente son las mujeres, las madres, quienes contribuyen a
que estos estereotipos se sigan manteniendo aún.
Se podría pensar que la violencia
de género afecta a quienes tienen un bajo nivel cultural, económico, o una baja
posición social pero no es así. La
violencia de género puede afectar a mujeres de cualquier nivel cultural,
económico y de cualquier posición social.
Generalmente las mujeres que son
víctimas de maltrato suelen ser demasiado tolerantes y no saben establecer
límites ante el mal trato de su compañero, esperan que cambie, excusan su comportamiento.
Mujeres que carecen de autoestima. Otras consideran que los celos son prueba de
amor.
Pero lo que es común a toda mujer
que sufre maltrato es la falta de autoestima.
El niño que
presencia habitualmente escenas de violencia entre los padres considerará que
la violencia es la manera normal de resolver un conflicto. Tendrá dificultad
para percibir los límites entre lo tolerable y lo intolerable. Si la madre
tolera, sufre los malos tratos, se somete, pensará que existen formas de
violencia que se deben aceptar. Además el niño siempre se siente responsable de
la violencia entre los padres y esto afecta a su autoestima. Si él fuera digno
de amor sus padres le amarían y no discutirían porque eso a él le hace mucho
daño.
El niño que
durante su infancia se siente amparado, querido, protegido y escuchado por su
madre, por su padre, no consentirá ser maltratado por nadie. El niño que está
convencido de ser digno de amor, de ser protegido, sabrá encontrar amparo
incluso en personas desconocidas y será capaz de defenderse por sí mismo. Será capaz
de advertir y evitar el peligro. El niño que se ha sentido amado por sus padres
se amará, se cuidará, se protegerá.¿Cómo puede
sentirse el niño cuándo aquellos que deben protegerle, amarle, cuidarle no se
respetan, se agreden física y psíquicamente sin tener en cuenta el dolor, el miedo
que le causan? ¿Cómo va el niño controlar sus impulsos agresivos si sus padres
no lo hacen?
Hasta no hace
muchos años la mujer debía ocuparse de forma exclusiva de su familia, pasaba de
estar sometida a la autoridad paterna a la del marido. Se toleraba socialmente
que el hombre utilizase la violencia para hacer valer su autoridad. Actualmente
existe menor tolerancia hacia la violencia pero demasiadas mujeres todavía la soportan en sus relaciones de pareja. La violencia contra las
mujeres es un instrumento para afianzar el dominio del hombre sobre la mujer.
Desde el punto
de vista social es necesario que las mujeres que padecen maltrato cuenten con
los medios necesarios para denunciar, protegerse y proteger a sus hijos. Es necesario
modificar los valores sociales para construir una sociedad más igualitaria y
respetuosa. Una sociedad en la que se valore por igual el ser mujer que el ser
hombre. Pero al mismo tiempo todos tenemos un trabajo importante que hacer:
conseguir una buena autoestima porque no hay ninguna forma de proteger a aquél
que por no amarse a sí mismo lo suficiente no se protege, se somete al
mal-trato, y muchas veces lo busca de forma inconsciente.
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